FRONTERA SUR

El elegido, de Milton Leiva

(Santiago, 1974)






Yo soy Satán, vástago de Dios,
hijo predilecto.
Soberano de la tarde soñolienta,
alquimista que perfuma la tiniebla.
Tenía el corazón lleno de musgo,
a veces dibujaba círculos de agua,
buscaba espectros en la sombra de la luna
transitando los callejones de la soledad
.
De tanta vigilia
en el horizonte de la nada,
de embriagar palabras
con el vaho de la noche
una tristeza poderosa
se adueñó de mí,
pétalos de niebla cayeron
deshojados en el pensamiento
y me vino este sopor maldito
de empapar el universo
con la tinta del miedo.
A mi vida le creció
un cansancio desmedido,
deseos de embrujar abismos
con la hostia de la lengua,
de sentarme a orillas de la muerte
a enhebrar latidos,
a fecundar murciélagos
en el corazón de los hombres.
Yo soy Satán, el desolado,
llevo mil años esperando barcos
que regresan de la noche
con secretos relámpagos de felicidad.







Imagen: Ian Curtis





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