FRONTERA SUR

La noche era nuestro único refugio, de Carlos Trujillo

(Castro, 1950)








La noche era nuestro único refugio
y en el árbol quedaba la última manzana
Colgaba de un lejano aullido el día
Era noche
En medio de la luna
dibujaste mi nombre
con una rama
Miraba el cielo que abría paso
a tus ojos
El rostro dorado de la noche
miraba desde lo alto
El calendario se detuvo
Tu nombre
nunca apareció allá arriba.






En Escrito sobre un balancín, 1979.



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