Quiero sentir el calor de su boca
y el animal desatado de su lengua
y caminar sobre sus dientes,
desnuda.
Encontraré su aliento y volaré
siguiendo la paloma que cruza las palabras,
me tentará la manzana que cuelga en su garganta
y la ignoraré porque 2000 años
me han dado la experiencia.
Un suspiro me arrastrará por todo su pecho
y al fin, entre lágrimas rojas, encontraré a dios palpitando
en su trono.
En Las Tentaciones de Eva, 2003
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