FRONTERA SUR

YO NO QUIERO VOLVERME TAN LOCO (o la tragedia del héroe rock), de Egor Mardones

(Tomé, 1957)





"Señora, yo tengo este trabajo
soy una estrella de rock:
a mí me pagan para bajarme los pantalones,
demoler hoteles, violar chicas".


A Sergio Parra




Y bueno la cosa es así, literalmente:
He demolido hoteles en Buenos Aires, Río de Janeiro,
Santiago de Chile y el demonio sabe qué más
y por dónde
pero siempre ha sido porque la cama estaba en llamas
cuando me acosté.

En cierta ocasión me bajé los pantalones en un concierto
de caridad
para que dejaran de jorobarme unos pelotudos
con pinta de fachos:

Ya no violo chicas, es cierto,
AHORA ELLAS ME VIOLAN A MI:
la última tentación de disco
una piba de 17 que me tuvo de los pelos
y por la que me trencé a piñas con la policía,
la progenitora y el padre
que resultó ser mi más devoto fans
desde los mismísimos tiempos de Sui Generis,
mirá vos.

¿La tragedia de un rockstar enfundado en su walkman
y sus grammys y sus groupies?
A veces me voy de viaje lejos/ muy lejos/ a los confines
De mí:
Casandra Lange, Say No More, La vanguardia Es Así,
esa onda, viste.

Lo único claro a estas horas del peor show de mi vida
es que voy a morir aullando un rock sudaca, desafinado
y de la putamadre
en el último salto al vacío forever unplugged
con los dientes rotos y las puertas del cielo las 24 horas abiertas
DE BAR END BAR:








De Playback, en Revista Extremoccidente, Nº3, 2004




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