(Temuco, 1926 - Santiago, 2005)
Me desanduve desde el mío
para encontrarme al tuyo
que expía al que te espía.
Y de pronto te tuve, rayo
en el placer que el tiempo mata.Te supe entre mis labios. Dije tu nombre.Tus ojos me miraban desde un siempre los apetitos de mi cuerpo.Esplendías tu nada en mis olvidos. Te ibas aunque nunca
habías alcanzado a estar en mí.Hartazgo fuiste en lo harto y en lo mínimo de miel de náuseangustia mientras
miraba desandarme a mi otro.
2 comentarios:
Viviana, se me ha hecho un hábito pasar casi todos los días por acá y degustar la poesía que vas recolectando de tu Chile. Es un gran placer y como siempre, algunos textos me gustan más que otros, pero valoro mucho el trabajo que te tomás y el espacio que les das a los escritores de tu tierra. Un placer, en serio.
Y como no es de buena educación pasar sin saludar, te lo quería decir.
Aplauso, medalla y beso!!
Sergio
Agradecida de tus saludos, Sergio.
Y aún más por tu medalla; si fueran tres hasta brindamos! jeje
Arriba toda la poesía del Sur!
V
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