FRONTERA SUR

El llamado, de Néstor Pablo Espinoza

(Corrientes, Argentina - 1984)







El espejo sobre el suelo,
entre muebles en declive,
como un rostro macilento
su reflejo hacia la luna.

La noche parecía muerta,
sumisa, desamparada.

Al borde del lecho, solo,
él, su piel y su mirada,
su hiel escurriéndose
por laberintos oscuros.
La soledad como el tiempo
petrificaba sus sienes
y filtrándose el rocío entre
sus ojos cual lágrimas.
El espejo cobra vida.
Sumergido está el cuarto
en un gran espasmo diáfano.
Él, mudo y asombrado.
Aparentando un abismo
el circular tapiz en penumbras,
cueva perpetua de ecos.

Una mirada muerta.
El reflejo en el espejo.
Nómbranlo labios resecos.
Su voz trepa en las paredes.
¡Se lo ve como en un sueño!
El reflejo en espejo.
Cada vez más clara fluye,
paso a paso, una historia.
Él, tácito y preso
de un enjambre de espantos.
Los pasos del terror llevan
su alma hacia la nada,
sucesiva e inobjetablemente,
obedeciendo una orden.

Paso a paso, algo se extingue
como desnudando lento
el viento algún paisaje
recóndito y abrumado.
¡Nómbranlo labios resecos!
Del otro lado quedó el tiempo,
del otro lado del espejo.




Octubre, 1999




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