FRONTERA SUR

Un rostro es un rostro en París, de Antonia Torres

(Valdivia, 1975)






Un rostro es un rostro en París
Campos Elíseos, Parque Luxemburgo
Sagrado Corazón
un rostro que espera es el tuyo y el mío
entre amapolas de todos colores
rostro que añoras
rostro de culpa y madre
rostros de gente en el metro
silentes y abstraídos
el rostro que enfrentan y niegan
rostro del padre muerto
el del esposo, la hija
que cruzan el parque, entre follaje y estatuas griegas.


Un rostro es el rostro
del hambre y el miedo
el retrato de la niñita que está por nacer
su estampa futura en el lápiz de un artista callejero.


El rostro es la foto que sacas en medio del tumulto,
entre tus cosas
escarbas
el tesoro como botín de guerra


y lloras.








En Orillas del tránsito, 2003





2 comentarios:

maritza dijo...

me mató. este poema tiene la fuerza de conmocionar. dejar el espiritu inquieto. tiene la fuerza del disparador poetico. un texto que inspira nuevos textos. gracias

Cleme dijo...

Bello poema. Porque París es bello, más que los Elíseos, mucho más que Luxemburgo. Tanto como Montmartre, que es el corazón sagrado de la ciudad;
Pero está la belleza de la circunstancia personal descrita con insondable asertividad; la generosidad del tributo al padre muerto; y -en la antípoda- una persona está por nacer y ya pasea por la belleza, sumida en ese oscuro acuoso de la maternidad;
Belleza de esa nostalgia sureña que, amando el milagro de toda circunstancia presente, ya le duele su recuerdo.
Destreza de Antonia Torres para armar atmósferas de belleza y dolor, la tragedia espiritual de la sensibilidad poética.