
a tiro fijo, atrincherado y menos digno.
Enviarán mis ojos no sé dónde y porfiadamente
seguiré escribiendo.
Sumergido en el fondo de los ríos
y en la misma soga del ahorcado seguiré escribiendo.
Decapitado y con las entrañas en otro sitio
también seguiré escribiendo.
Aprisionado en la piedra de donde nunca
debí nacer, seguiré escribiendo.
Golpeado y cincelado y puesto a gastar
contra los días y contra mi mismo
seguiré escribiendo.
Con mi cabeza como antorcha
y cavando mi propia tumba
seguiré escribiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario