FRONTERA SUR

Sur, de Clemente Riedemann

(Valdivia, 1953)








Al principio el sur era mi patio, el perfume de la magnolia entrando por la ventana en las mañanas del verano. Rumor de los vapores, los trenes, oleaje del río balanceando las totoras, la madre canturreando “el día que me quieras”;
Pero después fue cataclismo, inundación, barcos tumbados, locomotoras como cucarachas indefensas bajo el sol mortecino. Fue metralla, allanamiento, el padre y el hijo torturados uno frente al otro en los gimnasios;
Al principio el sur era mi patria, la bandera flameando en el pórtico, el alto tiuque vigilando los bosques, un niño reventando guatapiques;
Ahora el sur es una herida, cerrada pero viva, debajo de la piel, lagartija correteando en las murallas, canción susurrada en las esquinas.
Canción nueva para vivir el día, breve y a la vez infinito. Como un círculo, como un poema, como el amor. Quizás somos sólo una palabra.














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http://suralidad.blogspot.com








Fotografía: Isabel Lipthay






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