FRONTERA SUR

Entrevista a Patricio Alvarado







-¿Desde cuándo comenzó a escribir?
-Comencé a escribir, por desesperación, al inicio de mi adolescencia, entre los doce y catorce años, y me lo tomé bastante en serio, algo que siento que no estuvo muy bien, a esa edad debía ser algo más relajado, pero las circunstancias me lo impidieron, tenía un desencanto por la vida enorme. Pero creo que un momento más importante que el de comenzar a escribir fue cuando descubrí la lectura, mis padres no tuvieron un nivel educacional formal alto, ni siquiera medio (no lo digo en un acto peyorativo), por lo tanto fue más impactante descubrir un libro, y por eso creo que el hecho de escribir viene por añadidura, al principio creí que podía evadir los eventos de la vida con la lectura, ahora me doy cuenta que no es así. Luego, a los 16 años escribí un texto que un año más tarde publicaría una universidad chilena, un libro que no me gusta en lo absoluto pero creo que fue necesario para saber que realmente no estaba solo y penetrar, con mi primera caída, en algo que es muy incierto como la poesía.

-¿Qué es para usted la Poesía?
-Para mí la poesía es una posibilidad abierta. También es un testimonio y la representación de la realidad en un espacio determinado, la realización de algo muy efímero en algo concreto, como las fotografías pero en códigos diferentes, también es acercar lo abstracto al lenguaje, a algo propiamente humano, a códigos y estéticas que tienen su propio espacio, que cambia a través del tiempo, por lo tanto también es un fragmento de algo mayor.


-Cuéntenos sobre su vida, sus obras, sus proyectos, su actividad literaria.
-Actualmente estudio castellano en la universidad de La Frontera en Temuco (Chile), donde dirijo la revista literaria de la facultad de Educación y Humanidades, que es un proyecto pequeño que ha adquirido bastante fuerza por las colaboraciones que ha recibido de escritores como Raúl Zurita (premio nacional de literatura año 2000), Guido Eytel, entre otros y las entrevistas a Eduardo Llanos Melussa y José Miguel Varas (premio nacional de literatura año 2006). Además trabajo desde el año 2006 en la radio de la universidad produciendo y conduciendo un programa de literatura.
Ahora, en cuanto al ejercicio de escribir, estoy trabajando en un texto que me va a llevar algunos años, en mi poesía se disputa la vida y la muerte, es algo que asumo casi como espectador.

-¿Cómo define su poesía?
-Yo creo que estoy en una búsqueda, no sé si es porque soy joven o si siempre será una búsqueda asfixiante, pero no por imágenes, no, por alcanzar cada vez un lenguaje más certero, por expresar claramente lo que debo decir, y no más que eso, ni menos; también es una búsqueda por una estética y una posición en el mundo.
Eso si que mi poesía está ligada a algunos temas, a los cuales recurro con frecuencia si es que no están a lo largo de mi modesta obra, pero por ejemplo recurro bastante a la muerte, por algo puntual como lo es la muerte de mi hermana. O recurro a la soledad, por el mismo hecho de escribir, que es un ejercicio que uno realiza en solitario. Pero es lo que se me ocurre por ahora.


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¿Cree qué el escritor es un ser obsesivo?
-Definitivamente. El escritor de obsesiona rápidamente con temas de su propia escritura y además con episodios de la vida cotidiana, ya que el oficio tiene un carácter bastante reflexivo. Además que la escritura puede ser un sistema de ideas que nunca se cierra, ideas a las cuales uno siempre va a volver.

-¿Cómo ve la nueva poesía de estos últimos tiempos?
-Yo creo que hay un intento desesperado por ser escuchado, a veces no importa lo que diga quien escribe, pero el punto es ser escuchado, aunque se escriba de un tema incesantemente banal, eso es lo que veo en la poesía de esta generación, por lo menos en el país donde vivo. Hablo por la generación que rodea el 2000, ya que he sido invitado a festivales y encuentros donde se intercambian distintas poéticas de distintos lugares del país. También creo que hay un sector que intenta ser rupturista gratuitamente, sin un fundamento estético, pero bueno, eso es lo que yo pienso, pero no hablo por todos.
Además hay una generación que ahora bordea los 30 años que creo que no se le ha puesto la atención debida, como César Cabello, Ángel Valdebenito, Marcelo Guajardo, entre otros.

-¿Es necesario que el escritor sea un hombre comprometido?
-¿Comprometido con qué? Si es comprometido con sus ideas se espera que su literatura de cuenta de ello y que el discurso no sea más fuerte que la obra en sí. Yo creo que cuando es arte, y el poeta puede hacer que sus ideas posicionen firme a su obra, creo que si debería serlo, pero como te decía, cuando el discurso pasa a llevar a la obra creo que hay algo que no se está haciendo bien y se transforma en un panfleto, indistintamente a las ideas que se tengan.


-¿Cuál es el fin de su poética?
-Creo que todos lo vates tenemos la misión de ser continuadores de la poesía, de narrar la historia de un pueblo mediante su propio lenguaje y claramente sostener esto último. La poesía como testimonio es la referencia histórica del lenguaje y su evolución. El poeta debe mantener a la lengua viva. El poeta también debe cantar, pero no gratuitamente, debe estar en los temas fundamentales y en las necesidades del hombre. Y eso trato de aplicarlo a mi poética.

-¿Cuáles son los autores que influyen en su obra?
-Hay muchos autores que me han influenciado, yo creo que ha sido por periodos, pero siempre cuesta desintoxicarse de ello, por ejemplo, en mi adolescencia leí bastante a Sartre, Camus (pesar de que estos dos últimos no son poetas), Rilke, luego leí a Neruda y Vallejo, a Kavafis, Enrique Lihn, Li Po, Eliot, Pound, Poe, Blake, Whitman, Dante, Keats, Pope, Shelley, los malditos franceses, etc., a finales de la secundaria leí a los poetas Beat y a Bukowski, me ha impactado la poesía de Zurita y en este último tiempo he leído a Browning, Trakl, Séferis, Stevens, etc. Por estos días he releído a Horacio y Virgilio, a Propercio.
Pienso que todos ellos me han influenciado de alguna forma. Pero la lista es larga y no recuerdo a todos, de todas formas uno siempre cuando lee textos que le llaman la atención, como dice un amigo poeta, está presto a robar algunas cosas que pueden servir para la obra propia.

-¿Qué libro nos recomendaría leer?
-Voy a mezclar narrativa y poesía, yo creo que dentro de lo clásico nunca está de más echarle un ojo a “La epopeya de Gilgamesh”, “la biblia”, “el Cid”, a “El Quijote”, sobretodo pensando que tenemos influencia cultural (a la fuerza) occidental.
Yo soy de la región de la Araucanía, donde prepondera culturalmente el pueblo mapuche, y dentro de sus exponentes puedo nombrar a Jaime Huenún con el libro “Ceremonias”, a Elikura Chihuailaf con el libro “De sueños azules y contrasueños”, a Lionel Lienlaf con “El ave que ha despertado en mi corazón”, etc.
Me gusta bastante “Los países muertos” de Zurita y “el libro de los astros apagados” de Massís. Creo que hay que leer de todo, nunca algo está de más.


-¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a través de los años?
-Siento que cada vez adquiero más conciencia de las palabras y me pesan más, he tratado de ser meticuloso en ese aspecto y últimamente he escrito muy poco por ello, pero cada cosa merece un tono diferente, es muy distinto para mí hablar sobre el amor hacia alguien y hablar sobre la muerte, creo que con el tiempo me he vuelto más frío para escribir.

-¿Qué hace antes de escribir?
-Siempre, haga lo que haga, escucho música. Cuando voy a escribir trato de estar tranquilo (cuando lo planifico) y leo a otros autores de mi interés o trato de leer algunos ensayos sobre arte. Pero cuando siento que voy a parir un poema, solamente hoja y lápiz. Y por supuesto necesito estar solo.

-¿Cómo ve usted hoy por hoy la industria editorial? ¿Como autor qué soluciones le daría a este problema?
-Hay muchas editoriales independientes en Chile que intentan hacer algo, pero claro que faltan inversionistas de la cultura, me gustaría un gobierno que invierta responsablemente y no que beneficie a algunos iluminados a través de concursos, y no lo digo con resentimiento, sino que creo que el gobierno intenta apalear toda una política en gestión cultural con algunos fondos que a veces no se justifican.
Lo último que hizo el gobierno, por ejemplo, fue una medida populista de armar algunas bibliotecas en familias de escasos recursos, pero creo que todo tiene una base sustentada en la educación, no pasa por que desconozcan totalmente los libros. Yo apuesto que el gobierno publique a los autores con un comité editorial competente y que no se quede en el compadreo.


-¿Cree en los concursos o certámenes literarios?
-Creo que generalmente en los certámenes de importancia en el país hay personas de destacado currículum como jueces, pero cuando las municipalidades (cuando organizan) ponen a alguien del municipio o al propio alcalde o a los consejeros entre los jueces comienzo a dudar del compromiso de los organizadores con el mismo certamen.
Ahora, creo que también debe existir alguna ayuda divina o simplemente suerte (si alguna de las dos cosas existe) para ganar, pero creo que, como ya dije, cuando hay gente competente se elige bien, al menos, a los finalistas. Pero en fin, siempre va a ser algo bastante subjetivo.


-¿Qué opina de las nuevas formas de difusión literaria por Internet como revistas literarias, blogs, páginas sobre literatura?
-Me parece que se usa de manera correcta esta herramienta, cuando el rol es difundir el arte, al potenciar los canales de conversación entre los distintos pueblos y culturas. Creo que es tierra de nadie, lo que me parece ideal. Ahora espero que esta herramienta esté al alcance de todos, cosa que no ha pasado con los libros y su alto impuesto en el país donde vivo.
Si no fuera por internet no podría conocer la poesía de los poetas jóvenes de mis países hermanos, e incluso del mismo país que habito.

-Por último: ¿Desea agregar algo más?
-Tengo sueño.









Patricio Alvarado (Temuco, 1988) Poeta. Publicó el libro de poemas Estación de Madrugada (Ediciones Universidad Mayor. Temuco, 2005). Ha estudiado Ped. en Castellano. Ha dirigido la Revista Literaria de la Facultad de Educación y Humanidades de la Universidad de La Frontera y el año 2007 fue becario de la fundación Pablo Neruda (Zona Sur). Actualmente conduce un espacio radial de literatura en la Radio Universidad de La Frontera de Temuco: Literatura al Parlante.









En Revista Remolinos, nº 30, año 2008
Lima, Perú









Fotografía: Christian Rodríguez




2 comentarios:

Anónimo dijo...

hijo de las mil putas kuliao ordinario y aweobonado donde te pille te voy a sacar la mierda gil klo. y le voy a rajar el choro a cachas a tu mina tonto weon.


Carlos Velasquez.

susana riquelme dijo...

Interesante tu entrevista. Sería bueno para mi conocer tus poemas. Un saludo atento!