FRONTERA SUR

Una nueva desesperanza, de Miguel Bórquez

(Punta Arenas, 1985)








remotas son las esperanzas hoy
justamente hoy
se tuerce más el árbol de ciruelas
choca el viento
con las manchas de suicidio permanentes en la acera
los alambres de púa se extienden hasta el horizonte
al igual que las minas antipersonales
los walkman destripados
los conejos desarmados
los submarinos amarillos voladores
se tuerce más el árbol de ciruelas
la vida no es eterna
el dolor a veces sí
o las distancias se miden en lágrimas de azufre
en menstruaciones masculinas de cloro
se preña el tiempo de fotografías a medio desteñir
una mariposa muere aplastada por un iceberg
el penúltimo arco iris de la noche
miente cuando canta
las más remotas esperanzas de verdor
se diluyen con el vino
ni tú ni yo observamos las creaciones que vomitan por ahí
se tuerce más el árbol de ciruelas
la vaca madre es fulminada por un rayo láser
una canción de cuna, epiléptica
sustituye a dios cualquier noche
mientras más remotas las esperanzas
más desgraciadas las caricias que nos damos bajo la mesa
más macabras las excitaciones
de peceras solas
de lámparas fosforecentes en lugar de ojos mudos
se tuerce más el árbol de ciruelas
y más se inexiste el camino para retornar a casa
y volver a tocar
la vieja foto el abuelo
o las flores de plástico que se derriten en la chimenea.





2008





1 comentario:

n. dijo...

La literatura magallánica sobresale en poetas como Miguel, uno de los exponentes más sobrios de la poesia no publicada en libros; en Victor Collier, el anónimo gran poeta de la poblaciòn 18 de septiembre, y junto a nuevos narradores como Rodrigo Mimiza, sí, con zeta.

Interesante sitio.


n.