Eva se come la manzana parada en una
esquina
bajo la luz de un farol
y espera un bus que nunca vi pasar
solloza sobre el televisor encendido
miente...sonríe
y su grito se pierde
en medio de un tumulto enloquecido
mientras el ayer no existe
como una carcajada flotante
en el mar...en la tundra
también se despide de si misma
se despierta con las sábanas pegadas al
cuerpo
que no es el mío...
2 comentarios:
Me encanto!!!
uno de los poetas australes más interesantes en el contexto de aquella generación, se escapa del grupo en estilo y tema, abandona lo prístino y se hunde en lo concreto de lo urbano y lo político, el tipo se las trae, pero es misántropo
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