Por fin sé quién sacudió ayer
el agua del estero.
El Collín es verde, se tiñe
con las quilas y los yuyos.
Pasa rojo cuando trae nieve
y quema el hocico de los zorros.
Las diucas atraviesan la corriente
como temblorosos guijarros azules.
El río da una vuelta
y aprieta –como yo quisiera-
el vallecito donde está
la ruca de tu padre.
Tú te lavas allí donde la roca
pastorea sus lunares estériles.
Es cuando largas la trenza
que el río se sacude entero.
el agua del estero.
El Collín es verde, se tiñe
con las quilas y los yuyos.
Pasa rojo cuando trae nieve
y quema el hocico de los zorros.
Las diucas atraviesan la corriente
como temblorosos guijarros azules.
El río da una vuelta
y aprieta –como yo quisiera-
el vallecito donde está
la ruca de tu padre.
Tú te lavas allí donde la roca
pastorea sus lunares estériles.
Es cuando largas la trenza
que el río se sacude entero.
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