Con mi madre que amaba sin descanso
Aquello que no sabe y no sabiéndolo
Lo vuelca de un sentido sin sentido.
Una muerta en la boca me deslumbra,
Una sombra
Un sonámbulo tributo
El despertar confuso de otra sombra
Que difunde mi aliento en la penumbra.
Una muerta que viene con el río.
Una sombra que finge de estar viva.
Nos vamos y llegamos en un círculo
Que al fin encontrará su punto cero
Y no habrá verso
Vino
Ni suspiro.
Como será sin lluvia y sin abrazo...
Será como esa piedra o esa hierba
O será como el viento que fatiga
La calle solitaria de noviembre.
En Revista Libros&Lectores, Nº1, 2003
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