El borracho de la esquina
me amenazó con su cuchillo,
sólo por andar sobrio
este sábado por la mañana.
El borracho de la esquina
con su ropa mojada
y su botella en la mano
se refriega el rostro
para espantar las nubes alcohólicas
de sus ojos quebrantados.
Y cantó una canción como un bolero
con su voz gastada y enredada
y se quedó mirando la calle
como si esta fuese un río.
El borracho de la esquina
finalmente me clavó su cuchillo
me hizo un tajo
donde salen palabras,
ahora hablo
con su voz desde la esquina.
1 comentario:
Los poemas salen del alma y cvuando el alma vibra con aquello que mucha gente ervita mirar en lo cotidiano o con aquello que muchos quisieran borrar de lo real, esa es un alma guiada por lo divino, a la que todo le importa.
Bien Oscar Petrel!!! y lo mas lindo es que nuestro sur te vio nacer!!!!
Una naciente y ferviente admiradora
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