Cuando tu hija estalla en senos y caderas
y cada peca o vuelta de rodillas
te desordena el cielo
y aún sin pechos sin fronda
todavía
incluso cuando -impúber- ves en ella a la mujer
contra la cual alguna vez tú naufragaste
ahí
en ese justo instante
el Trauco reaparece
y se levanta y cobra vida
erectamente
para dejar impávidos a ciegos detractores
que dicen que no existe.
En Versos que gotean savia y semen, 1999
El trauco a ratos se levanta, de Nelson Torres
(Castro, 1957)
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6 comentarios:
parece que algo faltó...
Ay, es que entre tanto ceremonial me despisté.
Corregido, mi estimado lector.
Como siempre se agradece su mirada tan aguda.
yo el título lo veo igual.... 8-)
degenerado de mierda ...
hazlo con un oyito de un arbol ..ahi tendras savia y semen
despues de eso dedicate a criar salmones
He dicho
Natalia.
Aquí es cuando surge la duda entre borrar el comentario o exhibirlo,
como manifestación pura de la brillante intelectualidad de algunos especímenes...
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