Me queda el sentimiento de ceniza
los bosques que no arrullaron a las fértiles
una posibilidad guardada en la yema de los
dedos y sus contornos.
La canción que no aprendía a agudizar en el
beso
espiado por la garganta y por un susurro de
abejas.
Las manos que no aprendieron a ser bochorno
y se quedaron en la orilla, ancladas como apego
de gata.
Tú siempre serás más princesa que yo
aunque trate de acarrear tus rezos o sobrevivir
del estado fecundo.
Caeré aturdida de la voz y no serás diferente
caeré arreglándome entre las cenizas
oliéndote el rastro y fingido esclavitud sobre
las huellas de cadenas.
Los carceleros siempre serán parte de las
mismas pesadillas.
En Línea gruesa. Reunión de súrdicos poetas jóvenes chilenos, 2000
A la tierra, de Jessica Droppelmann
(Puerto Montt, 1979)
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2 comentarios:
euskade4@hotmail.com
hermoso
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