Y tirando con su norte en la cola se puso todo de comisión
el cielo y vistos así parecían estrellas azules en el Olimpo
estruendosos vientos en su hondar y eran banderas las que
ninguneaban las atadas muertes de los perros que ladrando
se perdían
cuando el azul se hunde en las olasy queda sumergido la
comisión demencial de estas ñeclas.
2 comentarios:
de las araucarias al imaginario romántico de escritor post-boom...
esperemos al próximo fondo a ver qué pasa.
saludos desde oslo, noruega.
helmuth klaus
aaaah, son los duendes que viven en Frontera Sur, estimado, pero me comunican por el interno que estamos a pasos de encontrar un formato temporalmente definitivo..
saludos desde los pueblitos limítrofes de la Araucanía
v
Publicar un comentario